Ha cambiado mucho la forma de celebrar Navidad en mi familia, me refiero al número de personas que nos reunimos. Disfrutaba mucho el 24 de diciembre durante el día cuando jugaba con mis primos en la calle mientras las mamás preparaban la cena, me parecía un día larguísimo, también la Noche Buena me parecía interminable y con gente por toda la casa de mis abuelos, conceptos de tiempo y espacio propios de un niño.
Este año ha sido la ocasión con menos gente reunida para la cena, fuimos 4: Papás, Tía Irma y yo. Pero durante la tarde llegó mi hermano con su familia para comer e intercambiar reaglos, desde que ya no vivo en México disfruto mucho más reunirme con mi núcleo familiar más cercano tanto como cuando jugaba en la calle con mis primos.
Rodrigo y Carlitos posando
Por ser Navidad tomaron agua de papaya en copa.
Les regalé un par de sonajas a cada uno, algo pequeño porque los Reyes Magos les dejarán algo en mi cuarto.
Carlitos con uno de sus regalos.
Recibiendo regalos
Fam. Arroyo Madrid
Mi Madre les mostró a mis sobrinos cómo arrullar al Niño Dios, me parece correcto enseñarles la doctrina católica ahora que son niños y cuando tengan edad suficiente podrán decidir sobre seguir creyendo en lo que cree su familia o no, tal y como mis Padres lo hicieron con mi hermano y conmigo.
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1 comentario:
Hermosos posando ellos
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